El famoso cuarteto de cuerdas Kronos Quartet estuvo en Colombia en residencia artísitica. En su visita a Bogotá ofrecieron cinco conciertos con cuatro programas diferentes en los que compartieron un diverso paisaje del repertorio que los ha hecho famosos, composiciones para cuarteto de cuerdas de compositores del siglo XX, tanto en versiones de cámara como de solista con orquesta sinfónica. Junto a sus conciertos, ofrecieron también clases magistrales a diversos cuartetos de la ciudad y en un distendido conversatorio en la sala de conciertos de la biblioteca Luis Ángel Arango compartieron un poco de su historia y, a partir de éstas, reflexiones e ideas sobre diferentes aspectos de la práctica artística y el quehacer musical.
No pasó desapercibida la pregunta sobre lo que ha significado trabajar un repertorio que no es el más reconocido en la música académica: la música del siglo XX para cuarteto de cuerdas; la respuesta fue sencilla: hay que hacer elecciones. Una respuesta tajante y que complementaron insistiendo en que la elección debe ir acompañada de la creación de audiencia y de gerenciarse a sí mismos, una labor que poco tienen en cuenta los músicos y las agrupaciones musicales al emprender proyectos que no caminan por rumbos tradicionales. La audiencia fue un tema recurrente durante la charla, al respecto nos contaron que en 1963, al primer concierto que ofrecieron sólo asistieron 9 personas entre amigos y familiares; historia que se aleja de la realidad que vive actualmente la agrupación en cuestión de publico ya que, no importa el lugar donde se presenten, los seguidores y curiosos por la música que interpretan se dejan ver. Manifestaron que se preocupan por la experiencia de la gente con la música que interpretan, e igualmente, porque ésta experiencia se consolide como un juego en doble vía, es decir, donde se ofrece y se recibe.
Casi a manera de declaración afirmaron que hay que creer en el proyecto que se emprende y, además, trabajar para el mismo con constancia. Sin duda son ellos idóneos a la hora de aconsejar sobre cómo emprender en la música, especialmente en la música clásica. De hecho su proyecto musical de 40 años, aparte de ser una propuesta interpretativa, es también una reconocida estructura de difusión y divulgación caracterizada, entre muchas cosas, por el trabajo colaborativo y directo con los compositores que nutren su repertorio; no dudan a la hora de elogiar y definir como valiosa la oportunidad de construir sus interpretaciones directamente con los autores de las obras.
Al responder a la pregunta sobre cómo había sido el comienzo del cuarteto nos contaron que sus jornadas de ensayos eran de entre 7 a 8 horas diarias y que los promotores no los programaban. Cuando llegó el momento de, a vuelo de pájaro, mirar sus 40 años de trayectoria se hacen evidentes los elementos que han cambiado o que se han incorporado a su propuesta: diferentes integrantes, el uso de la tecnología, la manera de comercializarse, entre otros. La industria musical ha cambiado significativamente durante el tiempo de existencia del cuarteto, la tecnología utilizada tanto en la grabación como en la reproducción y difusión ha tenido diferentes transformaciones, que según Kronos, les ha supuesto retos pero también brindado grandes posibilidades.
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